Son los cementerios en general, y entre ellos el cementerio de Huesca, lugares de memoria, de historias más o menos tristes o dramáticas, con buen final o con un final trágico, pero con un denominador común, delante de cada nicho, panteón, tumba o fosa común hay personas vivas que recuerdan con lágrimas en los ojos a sus seres queridos.

No es este un artículo cuyo camino sea homenajear unas historias por encima de otras, no pretendemos juzgar a nadie, ni igualar causas, ni menoscabar el dolor de quienes muchos años después no saben dónde llevar las flores y las lágrimas que homenajean a sus muertos.

Solo queremos rescatar las memorias de unos pocos ejemplos, de los muchos que están enterrados en el cementerio municipal de Huesca (recordar en este punto nuestro anterior articulo pinchando AQUI)

Fermín Galan y A. García Hernandez

Los grandes mártires republicanos, los «capitanes del frío», apodo que los puso Miguel Lobera en su documental (enlace AQUI) sobre la sublevación de Jaca del cual aprendimos mucho, fusilados tras juicio sumarísimo el día 14 de diciembre, domingo, de 1930 frente a las tapias del polvorín de Fornillos (Huesca) ante un pelotón al cual el mismísimo Galán tuvo el coraje de dar la orden de «fuego».

Polvorines de Huesca. Foto: colección Daniel Abadia

Su crimen, convertirse en los líderes de la sublevación frente a Alfonso XIII que estando urdida en toda la península la fatalidad quiso que fuera aplazada y los capitanes al frente de sus unidades, en la aquel entonces remota Jaca, no fueran avisados a tiempo, levantándose en armas y chocando sus ilusiones, anhelos y proyectos de futuro frente a la realidad presentada en forma de cañones y fusiles apostados en las lomas de Cillas cercanas a Huesca donde despertaron de su sueño y se entregaron a las autoridades que seguían fieles al Rey.

Fueron enterrados los cadáveres de ambos capitanes en el cementerio de Huesca, Galán en la zona laica, García Hernández en un nicho de la católica.

Nicho de Ángel García Hernández en el cementerio de Huesca

General Manuel de las Heras

Una historia que aun hoy en día es difícil de entender, el general Las Heras era el gobernador militar de Huesca en aquel diciembre de 1930.

Al tener conocimiento de la sublevación acontecida en  Jaca,  en un acto que  aun nadie acaba de explicarse, coge un coche acompañado de pocos hombre y reclutando a los guardias civiles de Anzánigo (Huesca) (pueblo que estaba situado en el camino que debían llevar a Galán y García al frente de su tropa hacia Huesca)  va a su encuentro sin saber aún hoy en día muy bien el objetivo de tal hecho.

El resultado de todo ello, un tiroteo entre esta avanzada del gobernador y la columna de Jaca donde es herido aparentemente sin gravedad pero muriendo a consecuencia de una uremia durante el tratamiento de sus heridas.

Actualmente se encuentra inhumado también en el cementerio de Huesca, a escasos metros de donde está García Hernández, dándose la casualidad de la cercanía en el descanso eterno de 2 hombres cuyos destinos se cruzaron de forma dramática.

Tumba del General Manuel de las Heras

¿Será eso lo que piensa Moscardó?, en esta foto del entonces ya general de brigada tras la rotura del cerco de Huesca, le vemos justo en el lugar exacto donde se encuentra la tumba de Las Heras, pensativo, reflexionando, quien sabe si preguntándose aquello de que hacia el difunto general en aquella carretera, estado a escasos metros a su espalda la tumbo de otro protagonista, García.

Hermanos García Sanchez

No todas las historias que provocan escalofríos las protagonizaron hombres con muchas estrellas en el pecho, hay más historias de personas  humildes que detienen por un segundo el corazón al pensar en las familias detrás de ellas.

Es el caso de 2 hermanos, oficiales requetés del bando sublevado, el primero de ellos, Luciano, enterrado en el cementerio de Huesca, con grado de comandante fue muerto en combate al frente del Tercio Lacar en la Sierra de Espadán en la conocida como ofensiva de Levante al ponerse a la cabeza de sus tropas en la toma de una cota, la 850 que no llega a ver conquistada, pero si lo harán más adelante los restos de su Tercio junto a la 5ª bandera de la Legión atrincherándose después en ella.  

Nicho del Comandante Luciano García Sánchez. Cementerio de Huesca

Al enterarse su hermano, de nombre Mariano y grado de capitán, de la caída del primero se ofrece voluntario para tomar el mando de los hombres encuadrados en la misma unidad que mandaba el difunto Luciano, acude al frente y se dispone a defender la posición por cuya toma dio la vida y es justo allí, en un contraataque republicano donde el segundo de los hermanos encontrará también la muerte solo 39 días después que lo hiciera el primero, en la defensa de un lugar cuya familia nunca oyó hablar, que no conocen ni tienen más interés en él, pero que a partir de esa fecha nunca podrán olvidar por la sangre tan querida para ellos que corrió en ella

Otras historias del cementerio de Huesca

Decenas, centenas, miles de otras historias hay en el cementerio municipal de Huesca, poco a poco iremos relatando alguna más pero seguro nos olvidamos a personas con relatos increíbles de gestas, duelos o finales trágicos frente a sus tapias cuyos restos aún no se han podido honrar como merecen.

No obstante, el recuerdo a la historia y a las personas que la vivieron debe ser fundamental para entender el presente, comprender el pasado y preparar el futuro aprendiendo de todo lo sucedido.

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