«¿Eres recreador histórico? ¿Qué es eso? ¿Los chicos esos de la recreación? ¿Te gusta disfrazarte de cosas y salir con los amigos a la calle?«

Cualquier aficionado a la recreación histórica ha oído alguna de esas preguntas cuàndo se interesan por sus aficiones. Tal vez, alguno de nosotros nos etiquetan en una foto rara en Facebook y se desvela ese “tenebroso” secreto. Sonríe y coge aire para intentar explicar que lo que esta haciendo es algo serio, riguroso y argumenta que no es un bicho raro disfrazado, que consiste en algo mas que vestirse para los tan populares actualmente mercadillos ambientados.

Que sería de los métodos didácticos sin los ejemplos. Un profesor que se dirige a sus alumnos tras explicar algo, ver sus caras de incredulidad, una mano temblorosa que se levanta y pregunta “¿Puede usted poner algún ejemplo?

Pues de eso se trata la arqueología experimental, como gusta llamar modernamente a la recreación histórica, en poner ejemplos elevados a la enésima potencia de cómo eran las cosas antes, como se hacían y para que servían, que sentían las personas, que pensaban y como se comportaban.

Desde los mas antiguos tiempos como actualmente se lleva a cabo en centros de interpretación volviendo a tallar silex, haciendo fuego con palos… Hasta eventos mas modernos donde se recrean las guerras y sus consecuencias.

¿Cuántas veces hemos soñado con tener una maquina del tiempo y ver como eran las cosas antiguamente? Por desgracia eso es imposible, pero lo que si podemos hacer es intentar reconstruir ese pasado a partir de las fuentes y conocimientos que nos dejaron. Tras una documentación, investigación y a veces un poco de imaginación, comenzar a hacer las cosas como eran entonces. Creando un ambiente único en el que todo es un museo, pero un museo vivo, con útiles y personas, que harán que los visitantes tengan ese momento mágico en el que creen que pueden viajar en el tiempo. Y que, tal vez, sea la chispa que haga entender a los mas jóvenes aquellas actitudes, ideas o personas que cambiaron el mundo, para bien o para mal, pero que sea la excusa para empezar a descubrir la historia que tenemos todos los pueblos.

¿Pero que se recrea? ¿Las guerras? ¿Las conquistas? ¿Las batallas más famosas? Pues si y no. Un poco de todo. Se recrean momentos históricos que marcan un devenir de los tiempos cómo las guerra cántabras, la batalla de Alarcos, los sitios de Zaragoza, la batalla del Ebro, la de Stalingrado… Pero también muchos otros momentos que no tienen porque ser bélicos.

Reacreación histórica Lérida Lleida
Recreación histórica Lleida 2018

Ahí está la grandeza de la recreación histórica. Un panadero que ame su oficio y tenga mucha curiosidad puede “recrear” como hacían el pan los romanos. Cómo se cultivaba un campo en la España del siglo XII, elaborar ropa en los telares antes de la revolución industrial, vivir las tardes de café de la burguesía de los años 20 del S.XX, como se despiojaba un soldado de la guerra civil española… Hay tantos campos que se pueden explorar que es algo inacabable, pudiendo satisfacer a todas las personas.

Para recrear, solo hace falta una cosa: curiosidad, ¿Tienes curiosidad?

Pues dale alas, deja a la imaginación volar y pregúntate el porqué de las cosas.  Sólo sabiendo de donde se viene se sabe donde nos lleva un camino. Disfruta de él, y sobretodo aprende.

Aprende todo lo que puedas pues ese el objetivo ultimo de la recreación histórica: DISFRUTAR Y APRENDER.

Y si quieres aprender, tal vez podamos ayudarte. Contacta con el Grupo de Recreación Primera Línea y descubre la historia con nosotros

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