El pasado fin de semana del 21 y 22 de octubre el Grupo de Primera Línea fuimos invitados a la feria de antigüedades “Antiquarius” de Calamocha por los compañeros de Retaguardia de Zaragoza.
La idea era que los recreadores montáramos distintas escenografías entre los puestos de la feria de antigüedades para ambientar la visita. Así pudimos hablar de distintos objetos que usamos en las recreaciones, en un contexto de gente que se interesa por los objetos del pasado.
El Grupo Retaguardia de Zaragoza (pagina facebook AQUI) creó un puesto de sanidad, un puesto de mando del ejercito sublevado y una tienda de campaña de regulares.
Por nuestra parte, en el Grupo Primera Línea montamos una escenografía sobre los distintos métodos de telecomunicaciones que se emplearon en la guerra civil y su evolución, en este caso dentro del bando republicano.
Comenzábamos con una nueva incorporación, la paloma “Margarita” que nos sirvió para hablar de como un método tan antiguo podía seguir siendo útil en el siglo XX y cuales eran sus límites.
Seguidamente teníamos el código Morse y las distintas formas de comunicarse con él (banderas de señales, heliógrafo…) e incluso métodos para encriptar dicho código.
Como curiosidad, tenemos que mencionar y agradecer la presencia de un vecino de Calamocha, Victorino “el de Telégrafos” un hombre del pueblo que toda su vida había trabajado en telégrafos y nos ilustró sobre su funcionamiento y experiencia. Además nos ayudo a poner a punto nuestro telégrafo y nos trajo de su casa cintas de papel ya telegrafiadas para poder explicar mejor su funcionamiento. Gracias Victorino.
A parte de lo mencionado, acabábamos el display con un teléfono de campaña y una radio, con la que explicábamos a los mas pequeños lo complicado que era conseguir cobertura en la época y los más mayores nos explicaban que hicieron la mili con aparatos parecidos.
Por lo demás el sábado transcurrió ajetreado, con muchos visitantes y con degustaciones de vino y jamón de la tierra, que el pobre Antu se perdió. Disfrutamos de comidas y alojamiento en el Hotel Calamocha y aún sacamos tiempo para disfrutar de los mejores locales de la noche calamochina.
Sí el sábado nos pareció que hubo afluencia, más parecía que había el domingo. Cansados del día anterior pero con ganas veíamos como los visitantes venían de lugares más lejanos a esta feria, Rioja y Valencia eran comunes, incluso gente de Asturias. Después de hablar sobre transmisiones toda la mañana, fuimos a comer y a comprar en las tiendas cárnicas locales para llevarnos a casa algo tan rico como el buen sabor de boca que nos llevamos de este evento.
Agradecemos al Ayuntamiento, al grupo Retaguardia de Zaragoza y a la institución ferial de Calamocha por invitarnos a venir por el sur del Ebro, zona que nos gustaría acudir más de lo que lo hacemos.