Hace unas semanas en una de esas tardes que el verano alarga, decidimos ir a dar un pequeño paseo por Vicien, un pueblo cercano a Huesca donde hace años se recuperaron y pusieron en valor diferentes posiciones, una de ellas, una cueva de transmisiones que el Ejército Popular hizo antes de su retirada de esas tierras en marzo de 1938.
Por el pueblo también es aun visible la marca que las milicias anarquistas dejaron, siendo varias las pintadas que sobreviven en las fachadas de «requisado por la CNT«, esto junto a documentos de la época tan famosos como los documentales elaborados por el sindicato ácrata nos animó a pensar en hacer algo en el pueblo aprovechando todos los vestigios y la memoria que los edificios marcan.
– Planteemos una actividad
Después de darle unas cuantas vueltas al asunto, pensamos… ¿Porqué no intentar recrear mensajes reales emitidos desde la loma de transmisiones tal y como lo hicieron los primeros milicianos que llegan al pueblo?
Merecía la pena estudiarlo y nos pusimos a ellos, tras varias indagaciones y la sospecha de que la línea de teléfono/telégrafo pudo quedar inútil tras los primeros «contactos» entre enemigos que se dieron en la zona, nos decidimos por los 2 métodos con mas solera, incluso en la época, bandera de señales y heliógrafo.
Así que cogimos todo el material y para allí fuimos, la distancia real entre la cueva de transmisiones y la ermita de San Gregorio (puesto de observación privilegiado) tal y como se hizo en la época, la vimos demasiado elevada para nuestro pequeño intento de arqueología experimental, por lo que decidimos un punto mas próximo, que fue la loma donde hay existencia de unos polvorines, allí establecimos el heliógrafo y un juego de banderas, guiado por varios milicianos, unos centenares de metros mas lejos, el resto con prismáticos de trincheras y banderas estarían atentos al mensaje de los observadores de circunstancias.
– El resultado del experimento
¿Como fue? pues no fue no mal, LO CONSEGUIMOS, nos hicimos entender para enviar el mensaje «tropas enemigas» con las banderas, utilizando el método reglamentario y logramos las primeras señales luminosas del heliógrafo, eso si, nos dimos cuenta de la dificultad y lentitud que entraña el sistema, incluso en un día de relax, lo que nos sirvió para entender un poco mas a esos soldados que hicieron una labor tremenda cuando tuvieron por ejemplo que avisar a sus compañeros del enorme ataque enemigo que rompió el frente de Aragón en 1938, con la horas de entrenamiento, aprendizaje y puesta a punto que conlleva una labor así, del mismo modo que entendimos en nuestra piel la importancia que en ciertos momentos pueden tener los errores o incluso los sabotajes, pues con una sola letra que varíe puede dar lugar a una tremenda confusión con incluso la perdida de vidas humanas.
En resumidas cuentas, una jornada que despertó el mas profundo sentimiento de los recreadores, metiéndonos en la piel de los soldados del servicio de transmisiones y porque no, también despertó la curiosidad de algunos vecinos de la localidad con lo que tuvimos la ocasión de charlar de una forma distendida y muy grata sobre la historia de un pueblo, el suyo, que estará siempre en la memoria..